Articulo publicado en el fetasantfeliu el día 27 de Octubre de 2017
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A contrapelo de una realidad acelerada, y a riesgo de quedar obsoleto en cuestión de minutos, si los amigos del Fetasantfeliu lo creen oportuno quiero decir varias cosas más a lo que ya he manA ifestado anteriormente. Lo reconozco, el tema me quita el sueño.
1.- El 1-O fue algo grande y quedará en la historia de Cataluña como el mayor desbordamiento que la Constitución de 1978 ha sufrido en los últimos 35 años. Sin embargo el resultado del 1-O no legitima (con 2,2 M de votos) la declaración de independencia, como se pretende desde una parte del procesismo que quiere quemar etapas.
2.- La mayoría parlamentaria del procesismo, ante la negación irresponsable de Rajoy, no tuvo más remedio que buscar un camino alternativo (1-O) para dar expresión al sentir de un 75% de catalanes que querían decidir; sin embargo los caminos que escogió (sesiones de 6 y 7 septbre no respetaron el Estatut vigente y le restaron: fuerza, credibilidad y apoyos.
3.- Los días transcurridos desde el 1-O, a pesar del rechazo casi universal a la violencia del Estado, han marcando un lento pronunciamiento internacional a favor del Estado y en contra del procés. También asistimos al silencioso e inexorable voto empresarial en forma de huida. No ha habido un desplome de las bolsas, lo cual viene a decir que les preocupa Cataluña pero que creen que la cosa no irá lejos... Es decir, creen que Rajoy tiene controlada la situación.
4.- El error monumental del procesismo es creer que con sólo el 47% de votos puede hacer un proceso de independencia exprés, sin apoyos internacionales ni fuerza sindical, ni proyecto claro consolidado. Hacen falta mayorías en del 60% sostenidas, para atreverse a un empeño que incluso con estas mayorías sería de enormes dificultades y de larga duración. Estamos ante el empeño de dar una batalla perdida de antemano, empeño sustentado en el voluntarismo no en la realidad. Estamos delante de una aventura irresponsable que hace el juego a las fuerzas de la derecha reaccionaria para demoler los restos del título 8º. Muy grave.
5.- Las mil personas que fueron apaleadas el 1-O no pueden ser el argumento para decir que ‘debemos seguir adelante’. Este argumento emocional no vale, porque nos estamos jugando muchísimas más potenciales violencias, y porque no se puede hacer política ‘reactiva’ frente a un Estado que (mal nos pese, y sea mal ejercida) tiene el monopolio legítimo de la fuerza. Si el procesismo se cree su proyecto, debe saber que es un proyecto a largo plazo y que hoy aún no tiene la fuerza suficiente. Por tanto su gran batalla no la puede dar cuando la relación de fuerzas no le es todavía favorable, porque si lo hace está quemando su futuro.
6.- Una parte del procesismo ha aprovechado la Gene para preparar una revolución democrática pacífica. Esta estrategia ha sido ganadora, y ya ha obtenido casi todos los éxitos posibles, pero ahora tiene la tentación de creerse que es ahora o nunca y quiere seguir. Esta estrategia no puede embarcar todo lo que fue el ‘dret a decidir’ (75% apoyo) en la aventura indepe-exprés, sin mediar elecciones que nos permitan decidir en un tema vital. Si lo hace está engañando y manipulando a todos aquellos catalanes que quieren el ‘dret a decidir’ pero no quieren la independencia exprés (75%-47%=28%).
7.- Puigdemont ayer pareció haber entendido una parte importante de todo esto, pero al final la presión sostenida del activismo-exprés le hicieron desistir. Hoy todo parece indicar que vamos camino de ir a un camino con nuevos mártires. Que no cuenten conmigo, ni yo ni muchos de los que estuvimos muchas horas en los colegios del 1-O, estamos dispuestos a dilapidar el esfuerzo que supuso alcanzar el grado de democracia hoy existente en Cataluña.
8.- No está escrito -a pesar de que muchos a veces tendíamos a creerlo- que detrás de una crisis económica salvaje (potenciada aquí por un PP que gana elecciones a base de martirizar Cataluña) nazca una nueva época: más democrática y libre. No está escrito y bien pudiera suceder precisamente lo contrario, si leemos lo sucedido tras 1929 tendremos pistas.
9.- Me temo que estemos alimentando el surgimiento (en Europa occidental) de experiencias de lo que Ramoneda llama ‘autoritarismo postdemocrático’. Me temo que con la esperanza de hacer posible (via procesismo) un Estado federal o similar, hemos contribuido (con las prisas y chapuzas) a que en Cataluña se reexperimenten épocas en las que la opinión pública exterior nos daba la razón mientras sus Estados nos apuñalaban. Otra vez siendo laboratorio: NO.
10.- Al 28% autodeterminista-no_indepe exprés hemos de sumar fuerzas con el 12% o + de unionismo_catalán_no_represor para desde una mayoría de centro imponer otro clima, otro juego político, otras mayorías, al conjunto de irresponsables aventureros y/o revolucionarios de salón que dominan hoy el escenario y nos están manipulando y arrojando a una época dominada por los ‘pata negra’ de uno y otro lado, encantados de haberse conocido.
Me gustaría equivocarme. Sé que las nuevas generaciones tienen todo el derecho a intentar cambiar las cosas según sus criterios. Al mismo tiempo, como concejal de nuestra ciudad creo que es mi obligación intentar aportar criterios políticos a una serie de acontecimientos que parecen desatados e irrefrenables, hay que desescalar emociones y concretar salidas razonables.
Quizá algunos como yo, no hicimos todas las reflexiones necesarias en su momento.
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